Comparte este artículo
El ejercicio de prestar atención a nuestras cuerpas, nuestros lugares y a ls otrs nos ayuda a ejercitar nuestra habilidad de desear. Que esto o aquello cambie es una posibilidad que solo nosotr*s tenemos en nuestras manos, nos invita a hacernos partícipes y nos confronta con una realidad que han querido negarnos: el futuro nos pertenece, y por eso tenemos el deber de soñar en grande.